martes, 14 de febrero de 2012

Nuevas formas de negociar


Todos estamos de acuerdo, que hacer negocios, consiste en negociar y sacarle provecho.

Se ha pasado querer ganar y por lo tanto hay un perdedor, a otra forma de verlo, y reconocer que la mejor manera de dar por buena una negociación es que los dos ganen (win to win).

Sentadas estas bases, hay que buscar las formas de dar valor al intercambio. Se empezó con el trueque, que consistía en que ambos negociadores le dieran el valor de uso que le iban a dar, y por lo tanto se intercambiaban bienes y servicios en función del valor que le daban cada uno de los negociadores. O sea, que ambos salían ganando con el intercambio, porque resolvían su necesidad con el trueque.

Mas tarde se les dio un valor contable. Se trataba de poner una cifra en clave de valor y ahí surgió la necesidad de la existencia de monedas, en las que era necesario que se les reconociera la validez del cambio. Cobró gran importancia el concepto de “ganancias”. El coste de hacer algo con la habilidad personal (artesanos, etc), y que valoraran (en monedas) que el producto resultante tenia un valor mayor del que había costado, permitió (y permite) que haya negocios y beneficios.

Bien, hasta ahí todo está mas o menos bien. Pero hubo un momento en el que  dinero se convirtió en un producto mas. Y se podía (y puede) negociar con él. Y para darle valor se hizo fuerte el modelo de especulación que ha permitido valorarlo mas o menos, en función de si quien quiere ese dinero, le da mas o menos valor. Incluso el apoyo de aquellos que realizan negocio con él, han conseguido que el dinero sea tan solo una anotación contable y tener beneficios tan solo con conseguir que se le de mas o menos valor.

Y justo en ese momento, donde el producto ha perdido la fuerza en el valor del intercambio, y en cambio lo que tiene importancia es el “apellido” del dinero con el que se paga, todo empieza a cobrar complejidad.

Y evidentemente, cuando el dinero sólo sustenta su valor, en el “aprecio” que le den aquellos que negocian con él y por lo tanto lo consideran un producto mas, esto se complica.

Lo complicamos cuando aparece un elemento mas, que es la capacidad de endeudarse. Y ahí he de hacer un aparte. Si endeudarse consiste en hacerlo para crear una empresa, que va a generar dinero y que va a dar ocupación, o que en definitiva va a generar negocio, fenomenal.

Si endeudarse consiste en solo eso: endeudarse, vamos mal.

Y volvamos al asunto. A las nuevas formas de hacer negocio. La de ayudar a aquellos que van a generar trabajo y a mejorar las condiciones generales con nuevos productos y nuevas formas de hacer. Apostar por las nuevas ideas.

Poner en clave de valor las cosas (ponerle precio) no solo es legítimo sino que es necesario.

Encontrar empresas de las que necesitas bienes y servicios, y ellos también necesitan de tus bienes y servicios, es una magnifica manera de considerar convertir la relación profesional en un “trueque”, en el que median los documentos que la ley tiene establecidos, pero en el que no se hace una transacción en monedas, sino que en productos puestos en valor.

Esta es una nueva manera híbrida, en la que se combinan la forma tradicional y la del intercambio, que muchos emprendedores ya empiezan a pensar para realizar sus negocios.

Y hay que tomar en cuenta que es una forma novedosa, aunque nada nueva, de realizar una transacción.

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